Pogo (informal):
"Jump up and down as if on a pogo, typically as a form of dancing to certain types of rock music, especially punk".
Oxford Dictionary
En La norma y la imagen hemos podido dedicar algunas entradas tanto al arte callejero (street art) como a la música punk. En lo que sigue recogemos el artículo que Toni García dedica hoy en El País a la exposición de pinturas hiperrealistas de Dan Witz que se puede ver estos días en la Galería Jonathan LeVine de Nueva York:
"El pogo es un baile, casi una ceremonia, que en los años álgidos del punk y el hardcore, cuando el CBGC estaba en su apogeo y bandas como Agnostic front, Minor threat, DRI, Suicidal tendencies o los propio Ramones arrastraban legiones de fans a locales llenos de humo y cerveza, se convertía en un elemento más de la liturgia musical.
Dan Witz
Dan Witz
El resultado de esa transición entre la pintura y la música, puede verse estos días en las paredes de la galería de Jonathan LeVine en Nueva York City. Allí, en gigantescos frescos, los días de gloria del baile más anárquico que ha parido la música vuelven a la vida y el espectador puede perderse en el enérgico caos que se producía entre la masa que poblaba aquellos conciertos. El detalle (enfermizo) de la obra de Witz hará las delicias de los fans de bandas como Rage against the machine o System of a down (por no hablar de Merauder o Cold as life), que han cargado con el pogo hasta el siglo XXI, tres décadas después de que leyendas como Black flag o los Dead kennedys lo convirtieran en un rito imprescindible para entender su música.
Dan Witz
Witz, uno de los artistas callejeros más reputados del mundo, reconoce que más allá de la pintura sus referentes son algo más terrenales: “Oír a los Clash, ver a los primeros punks y después descubrir los primeros trenes llenos de grafitis. Todo ello influyó en mi forma de ver la vida, especialmente cuando uno sale de la escuela de arte y cree que el arte contemporáneo nos ha fallado y que es hora de tratar de tomar las calles”. El estadounidense, con 18 libros sobre street-art a sus espaldas, y miles de kilómetros en la mochila encara ahora su segunda exposición en la ciudad de los rascacielos sin renunciar a su visión del mundo. El artista sigue el (a veces conflictivo) camino que ha llevado a graffiteros como Futura o Stash de las calles a las paredes de los museos y que ha convertido a tipos tan singulares como Banksy o Kaws (que ahora mismo expone en su obra en el CAC de Málaga hasta el 22 de junio) en objeto del deseo de los coleccionistas de medio mundo. Los cuadros de Witz, inevitablemente nostálgicos si se ha ocupado alguna vez ese círculo donde el pogo es un dios terrenal, servirán para seguir acortando el camino que separa el desmadre de una sala de conciertos de la (forzada) tranquilidad del mundo real." Toni García, "Cuando el "pogo" es arte", El País, 5 de mayo de 2014
Anónimo Vienés
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