I know it's been so long since we saw each other last
i'm sure we'll find some way to make the time pass
hey moon
it's just you and me tonight
everyone else is asleep
Hey Moon, John Maus
"A menudo miro con afecto a las estrellas. Manipulo cosas gracias a los pulgares (oponiéndolos) y hago como que se las enseño. Creo que no soy de los que les gusta orinar justo debajo de la luna. Saludo al sol por la mañana. Suelo darle el pésame a la aurora por su hijo. Hay noches que aplaudo al firmamento delante del vecino. Si llueve piso por los lados. Orillo en el monte las nevadas por no ensuciar. Si hay niebla tacto con el índice el hilo de la bruma antes de entrar, avanzo en ella a tientas muy discreto, los ojos achinados, y si veo algo pronto bajo la mirada avergonzado.
No, no soy uno de esos tipos ridículos, definitivamente".
J. G. Cívico, Una casa holandesa, Plutón (Ed.), Barcelona, 2013
"No pienso dimitir. No me siento culpable de nada"
Legion
John Maus es doctor en filosofía y un músico extraordinario y aunque no lo conozco personalmente, creo que de aquellos que sienten que elaborar uno, encerrado uno, elaborar, pensar y repensar, uno, solo en casa, una compleja teoría sobre las efímeras posibilidades, sociales y musicales, del punk, es más excitante que andar jaleando a este o a ese defraudador de hacienda, más divertido que hacer cola para revolcarse en un cementerio de colillas en primera linea de la playa, más agradable que escuchar un informativo (?) en la televisión española, que hablar de gin tonics o que promocionar un disco de gira por Hawai.
"Hey moon" fue un himno personal, mío, el año pasado. Lo escuchaba diariamente en el tren de camino a la universidad para repasar el trabajo de ese día, me gustaba mucho, bastante por encima de esas canciones de Maus, músico electrónico, autocontrolado, explorador del pasado, músico de tono solitario a la Ian Curtis, letrista de temas a modo de eslóganes ("do your best" "rights for gays"), me gustaba mucho más que esos temas-eslóganes, canciones sintéticas y de sintetizador cuyos títulos, entre la ética y la épica normativa, quizás justificarían mejor su entrada en este blog sobre normas e imágenes de normas.
Quizás mejor hacerlo (justificar la breve entrada aquí, blog sobre normas, de este músico-filósofo) como frontispicio de algún tratado, aún por escribir, por escribirlo alguien (yo no, no yo) sobre la posibilidad (aunque parezca que nunca, aunque parezca siempre que no), sobre la posibilidad, aún por explorar, de asunción de responsabilidades políticas, sea en Italia, sea en EEUU, sea en su casa, sea en la mía, sea si se quiere aquí, en España, en Cainland.
Los que no somos culpables de la crisis, tenemos, sin embargo, responsabilidades políticas. ¿Cuáles?
Hasta que lleguen las de ellos, las de nosotros mismos: auto-observación, observación sin indulgencia, de la tendencia, la nuestra, a la mezquindad, a la tontería, al olvido de la obligación, obligación si no de premiar y castigar lo que vemos, al menos sí de responder de lo que vemos, vigilancia de nosotros mismos, de la hobbesiana, española también, tendencia hacia la estulticia, hacia el rencor que nos beneficia, inclinación española a la vulgaridad, al empujón, a la envidia, a la vanidad, a la mediocridad y a otras bajezas, bajezas todas a las que estamos todos (especie obliga) diariamente convidados.
Como el título del tercer álbum de este músico electrónico, profesor de filosofía en Hawai: we must become the pitless censor of ourselves.
John Maus, Austin, Minesota, 1980. |