El siglo XVII supuso un complejo y fascinante episodio en la historia del mundo como historia de la globalización. En el contexto del colonialismo, Holanda e Inglaterra luchaban por sus intereses comerciales en muchos lugares de Asia. En 1600 se formó en Londres la Compañía Británica de las Indias Orientales para sumar la fuerza, el dinero y el poder de los hombres de negocios británicos en el sureste de Asia. Los Países Bajos imitaron a Inglaterra y fundaron una Compañía Holandesa de las Indias Orientales en 1602, con sede en Ámsterdam y también en Batavia (Yakarta), en la isla de Java.Llegaron a tener barcos armados y peligrosos ejércitos privados, se hicieron muy influyentes y poderosos, incluso más que muchos estados.
El comercio sólo era una de sus actividades, también ejercían una gran influencia y presión política en defensa de sus intereses. El control de la Compañía Británica de las Indias Orientales fue creciendo y los británicos acabaron convirtiéndose en la casta dominante de la sociedad india. Acumularon fortunas privadas y al establecerse en Asia, llevaron allí distintas expresiones de su cultura y arte (de la idea de tenían de estos), como edificios (paradójicamente de aspecto greco-latino), es decir, arquitectura típica del neoclasicismo para sobresalir y tratar de epatar a la cultura local en ciudades como Calcuta.
Este juguete, llamado el «tigre de Tipu», muestra a un tigre devorando a un mercenario británico- Fue realizado para Tipu Sahib, sultán de Mysore, quien entre 1767 y 1799, con apoyo francés, intentó resistirse al control británico de sus tierras.