Con motivo de la exposición «This Is Not An Exit» en el Museo de Arte Contemporáneo Gas Natural Fenosa) de A Coruña, nuestro querido programa Metrópolis (uno de los mejores espacios culturales de la televisión pública) dedicó un programa monográfico a los artistas conocidos como Muntean/Rosenblum.
«Nacidos en 1962 en Haifa (Israel) y Graz (Austria), respectivamente, Adi Rosenblum y Markus Muntean se conocieron a finales de los años 80 en la Academia de Bellas Artes de Viena. En 1992 decidieron formar pareja artística, optando por el arte conceptual en combinación con la pintura figurativa. A partir de esa práctica poco habitual dentro del mundo del arte contemporáneo, han creado obras muy singulares y variadas, pero son conocidos, sobre todo, por sus cuadros de gran formato en los que jóvenes anónimos y aparentemente aburridos o melancólicos adoptan posturas tomadas tanto de la cultura popular como de la historia de la pintura europea, creando, en su conjunto, ambientes enigmáticos y ambiguos y situaciones totalmente abiertas a la interpretación por parte del espectador. Desde 2001 estas obras han sido expuestas en prestigiosos museos como la Tate Britain (Londres, 2004) o el MUSAC (León, 2006) y en las bienales de Berlin (2001) y Sao Paulo (2004).
El trabajo de Muntean/Rosenblum, que los artistas definen como producto de “dos cerebros y cuatro manos”, parte de imágenes encontradas y compiladas en un inmenso archivo fotográfico. Las primeras series están compuestas por personajes seleccionadas de diversas revistas de moda y reagrupadas en nuevos espacios pictóricos donde se producen constelaciones que nada tienen que ver con los originales. Esta predilección por la fotografía de moda se debe a que es el único género donde sobreviven la gestualidad y el dramatismo que caracterizaban gran parte de la pintura del pasado. Sin embargo, ese pathos de los gestos y de las posturas contrasta fuertemente con la evidente apatía y desconexión de los protagonistas, evocando la superficialidad y el postureo de la sociedad contemporánea que posteriormente se reflejarían en la cultura del selfie. Pero esta apatía genera, a su vez, cierta empatía en el espectador que se ve empujado a reflexionar sobre algunas de las cuestiones que más interesan a los artistas, como son la noción del yo contemporáneo o la dificultad de crear grandes emociones en la sociedad actual. El hecho de que los protagonistas de los cuadros sean mayoritariamente jóvenes también refleja su visión de esta sociedad empeñada en eliminar de su imaginario mediático todo lo que no se corresponda con el concepto de “juventud”. »