L'Enfant sauvage, François Truffaut, 1970. |
«Itard, con su potente prosa, describe el caso de este feral no sólo como médico y pedagogo, sino como ilustrado francés. Cuando este pequeño salvaje viajó de Aveyron a París a finales del siglo XVIII, rodeado de gran publicidad y expectación, Víctor no era, desde luego, un niño, pero tampoco solamente un animal. El niño selvático suponía la posibilidad de contrastar empíricamente las ideas filosófico-antropológicas del tiempo de la Razón respecto de su más preciado objeto de reflexión: la naturaleza humana.
Tanto las imágenes del film de Truffaut, como el libro de Itard, con portentoso estudio preliminar y notas de Sánchez Ferlosio, ilustran algunas cuestiones propias de la filosofía moral, política y del derecho: demostración de la naturaleza socio-lingüística de los hombres y refutación de la (falsa pero poderosa) imagen del «buen salvaje»: el hombre no nace bueno ni malo: la sociedad hace humano al hombre». *
Tanto las imágenes del film de Truffaut, como el libro de Itard, con portentoso estudio preliminar y notas de Sánchez Ferlosio, ilustran algunas cuestiones propias de la filosofía moral, política y del derecho: demostración de la naturaleza socio-lingüística de los hombres y refutación de la (falsa pero poderosa) imagen del «buen salvaje»: el hombre no nace bueno ni malo: la sociedad hace humano al hombre». *
Itard, J. M. G.: Víctor de l'Aveyron, Madrid: Alianza, 1982.
* García Cívico, J., «El pequeño salvaje: la naturaleza social del hombre», Derecho y cultura: la norma y la imagen / coord. por Ignacio Aymerich Ojea, Jesús García Cívico, 2019, págs. 197-199.