"El dodo o dronte (Raphus cucullatus) es una especie extinta de ave columbiforme de la familia Raphidae. Era un ave no voladora endémica de las islas Mauricio, situadas en el océano Índico. El dodo, así como otras aves del océano Índico, entre ellas el solitario de Rodríguez y el ibis sagrado de Reunión (Raphus solitarius), estaba relacionada con las palomas que habían dejado de volar para volverse terrestres.
La extinción del dodo a finales del siglo XVII, lo ha convertido en el arquetipo de especie extinta por causa de seres humanos (...)
El ser humano llegó a su hábitat en el siglo XVII. Las primeras noticias que se tuvieron en Europa del ave parecen datar de 1574; en 1581 un conquistador español llevó un ejemplar a Europa.
Los descubridores portugueses llamaron "dodo" («estúpido» en el habla coloquial portuguesa) al ave por su torpeza y la facilidad con que podía ser cazada (el dodo evolucionó sin ningún contacto con seres humanos, por lo que no los veía como una amenaza)
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La llegada del hombre acarreó la propagación de nuevas especies en la isla, incluyendo cerdos, macacos cangrejeros, perros, gatos y ratas, la aparición de nuevas enfermedades y la propia destrucción de los bosques, de los cuales dependía en gran medida la subsistencia del dodo. Como consecuencia se produjo la completa extinción de este ave un siglo después de la llegada de seres humanos a la isla.
Sir Thomas Herbert, introductor de la palabra "dodo" le dedica en 1627 un dramático epitafio: