lunes, 4 de marzo de 2024

cada uno para sí y dios contra todos: Herzog en El Hype

Jeder für sich und Gott gegen alle (cada uno para sí y dios contra todos) es el título original de una de las películas que me han acompañado toda mi vida: El enigma de Kaspar Hauser (está presente en mi ensayo La condición despistada pero en general en mis inclinaciones temáticas: la desorientación, la cultura, los años setenta, la poética de la inocencia). Y es también el título de las memorias de Werner Herzog.




Estupendo artículo al respecto de Eva Peydró (una de las mejores críticas de nuestro país) en la sección «Cultura» de El Hype.




Es posible y Hype rastrear la huella de Gaspar Hauser en la literatura, Verlaine compuso con ese nombre un poema, Philippe Dennery, como más tarde Peter Handke, todo un estupendo drama (Kaspar). Jakob Wassermann la novela Gaspar Hauser o la inercia del corazón y hasta Paul Auster buscó en el abandonado y misterioso Hauser un perfil para un personaje de su más famosa trilogía.

Hace unos años nos llenó de vana ilusión saber que uno de nuestros actores preferidos, Vincent Gallo, iba a protagonizar una revisión del mito de Gaspar Hauser. La película, calificada quizás con razón como una marcianada, la dirige un director desconocido para mí: Davide Manuli. Tenía algo de western, comedia absurda y cine experimental.

Ah, siempre que menciono a Kaspar Hauser recomiendo la edición en Pepitas de calabaza del texto de Paul Johann Anselm Ritter von Feuerbach que estudió como el que esto escribe (salvando las insalvables distancias) Derecho y Filosofía. 

Paul Johann, etc. etc. redactó el Código Penal de Baviera en 1813, tuteló a Kaspar y fue el papá del fustigador por antonomasia de la religión Ludwig Feuerbach.



domingo, 3 de marzo de 2024

La norma y la imagen recomienda: un «clásico» de Bredekamp

Como alternativa a una historia de las imágenes como fruto de la producción de los hombres de una época, objetivo tradicional de la Historia del arte y la Iconografía, Bredekamp busca explicar las imágenes en su condición de agentes históricos, como núcleo, más que consecuencia, de ciertas dinámicas sociales y ciertos modos de interpretación de la realidad. En este sentido, las imágenes son eficaces cuando actúan como catalizadoras de una cierta dinámica social, en la estela de otros ensayos fundamentales ya publicados en castellano, como los libros de David Freedberg, El poder de las imágenes, y Hans Belting, Antropología del arte. El eje vertebrador del libro es un análisis del poder de las imágenes para motivar la acción humana en ciertos contextos, y el impacto de las imágenes en tres campos fundamentales: la vida artificial, el intercambio de imagen y cuerpo, y la actividad autónoma de la forma.


La imagen no necesariamente refleja la realidad, sino que también coadyuva a la conformación de lo real. En este sentido, a través de ejemplos que van desde el mundo antiguo al contemporáneo, Bredekamp problematiza la relación entre la obra de arte y su público formulando el concepto de «acto icónico», que pone en cuestión ideas tradicionales de la Historia del arte como ilustración, representación y mímesis.