jueves, 14 de julio de 2011

Dos en la carretera: Del divorcio y del precio de los muebles de IKEA. Hoy hará algunos años que murió Mancini

Hoy se cumplen algunos años de la muerte de Henry Mancini:

En la foto de abajo y en la portada del vinilo: Audrey Hepburn y Albert Finney en la agridulce, realista pero bastante hermosa crónica del amor (y del final del amor), del matrimonio y el final del matrimonio, de Stanley Donen "Dos en la carretera".

La música de Mancini acompañaba, como sabemos, los flash-backs que debieron suponer impredecibles (o bastante predecibles) jalones de un proceso de erosión sentimental: el de los Wallace.

Un complejo proceso (el que transcurre entre el momento en que a dos seres les parece buena idea querer pasar juntos la vida entera y el momento posterior -la llamada disolución de gananciales- en que no se pueden poner de acuerdo ni en cuánto les costó aquel mueble de IKEA) del que el legislador y muchos juristas han demostrado muchas veces no tener ni pajolera idea.



"Two on the road" Stanley Donen, 1967
 Es verdad. Hasta hace bien poco muchos jueces pensaban que el divorcio era un mal, que siempre se podía decir que alguien  había actuado muy malamente, que hacía falta una causa para divorciarse y que se podía entender la ruptura del vínculo (del contrato) como una suerte de incumplimiento de tipo culposo.

La semana que viene hará de esto 30 años:


 "A partir del próximo 15 de agosto, los españoles cuya situación familiar asi se lo aconseje podrán presentar su demanda de divorcio en cualquiera de los sesenta juzgados de familia creados recientemente en toda España. Sin embargo, dichos juzgados no empezarán a funcionar hasta el 1 de septiembre, pero las vacaciones judiciales no afectan a la admisión de demandas, sólo a su tramitación. El texto de la ley de Divorcio -que ayer se publicó en el Boletín Oficial del Estado, y que reproducimos en estas páginas- no contempla una tramitación larga en los casos de divorcio, estado al que podrá llegarse, cuando exista mutuo acuerdo, entre tres y doce meses de papeleo. Cuando esta situación no se dé entre los cónyuges, naturalmente, la tramitación sufrirá un retraso que tampoco podrá exceder los cinco años. La ley de Divorcio patrocinada por el ministro de Justicia, Francisco Fernández Ordóñez, ha supuesto casi dos años y medio de trabajo jurídico y político, y ha tenido que salvar no pocos escollos dentro del propio partido del actual ministro de Justicia. Aparte del lógico apoyo del PSOE, la ley Fernández Ordónez ha sido votada afirmativamente gracias a la ruptura de voto dentro de UCI), aunque, dada la fuerte oposición de la Iglesia, los católicos que se decidan a hacer uso de este nuevo derecho de los españoles, se verán privados de la posibilidad de recibir la eucaristía. A este respecto, hay que recordar que el primado de España, cardenal Marcelo González, prohibió a Fernández Ordóñez presidir la procesión del Corpus Christi en Toledo, a pesar de que ya es tradicional que el ministro de Justicia abra la comitiva en unión de las autoridades eclesiásticas en esta señalada fecha. Los costes económicos del divorcio, uno de los aspectos que más inquietud despiertan entre los beneficiarios de este derecho, dependerán de la situación económica de la propia pareja que presenta la demanda y de los honorarios del abogado elegido. Las costas judiciales del proceso se sitúan entre las 1.000 y las 6.000 pesetas. Los expertos en el tema estiman que en el primer año de la ley posiblemente se presentarán unas 500.000 demandas de divorcio."

El País 21 de julio de 1981.


Audrey y Albert dándose un chapuzón


Para acabar este fragmento entre Mark y Joanna Wallace:

“¿Qué clase de personas son las que se pasan horas sin tener nada que decirse?” “Los matrimonios”.

Bueno, en momentos como el de la foto tampoco hace falta decir mucho.