jueves, 28 de abril de 2011

Todos los fuegos el fuego (1)

Quemado vivo...


...quemado por el sol


Más sobre el dúo cómico "Berlusconi & Sarkozy" y el teatro de Schengen:

Mohamed Bouazizi, informático tunecino, vendedor de verduras se quemó vivó al no poder soportar más las vejaciones de la policía y el estruendo de la risa que al parecer les daba a los políticos el hecho de que no pudiera alimentar a su familia.
Su acto, comenzó, como es sabido, una serie de revueltas en los llamados "países árabes" en nombre de la libertad.
Hoy en ese "espacio de libertad" que pretende ser Europa, la Policía francesa ha iniciado intensas redadas en los lugares más visibles de París para dar caza a los tunecinos recién llegados, dentro del particular pulso entre garrulos que mantiene con el Frente Nacional por ver quien es más "firme"
¿Con la mafia, con la corrupción política o los especuladores financieros? No... (esos son fuertes), con los tunecinos que apenas saben donde están.

Vuelvo a ponerme el video de Belle & Sebastian "I want the world to stop"


(1) "Todos los fuegos el fuego" es el título de un cuento de Julio Cortazar, un cuento y un escritor que gustan bastante a este blog

lunes, 25 de abril de 2011

Pandikaion, Pannomion, Panopticon: Jeremy Bentham, jurista inglés, ilustrado francés, inventor de palabras

Introduzcamos al pensador inglés Jeremy Bentham (“padre” del utilitarismo) y a la imagen del Panoptikon dando un rodeo: recordando el curioso destino de la Codificación jurídica del siglo XIX.

En Alemania no se realizó (en el periódico histórico examinado por nosotros –finales del siglo XVIII y siglo XIX-), ya que los juristas que eran contrarios a ella (sobre todo Savigny, principal teórico de la anticodificación) lograron hacer prevalecer su punto de vista frente a las tesis de Thibaut (lo vimos en una entrada anterior, la de los hermanos Grimm -recopiladores de cuentos mal llamados "infantiles" y también juristas...).

En Francia se llevó a cabo la codificación y se alcanzó la máxima expresión racionalista y codificadora con el Código Civil de 1804 o (Código de Napoleón) a pesar de que no se desarrollara su teoría. Es decir, los juristas de la revolución francesa propugnaron, impulsaron, la codificación de hecho, pero sin una teoría previa sobre la misma.
Ni siquiera Montesquieu, el filósofo más importante de la Ilustración francesa, es propiamente un teórico de la codificación.
Los mejores defensores, los más entusiastas,de la codificación francesa y del Código de Napoleón fueron los juristas (una segunda generación) que siguieron a la codificación: su escuela se conoció como la Escuela de la Exégesis (lo vimos en clase, bajo el rótulo "formalismo y antiformalismo").

En Inglaterra, en cambio, donde ya en el siglo  XVII, se encontraba el más importante teórico de la omnipotencia del legislador (Thomas Hobbes), no se realizó la codificación, pero sí fue elaborada su más amplia teoría, la de Jeremías Bentham, llamado precisamente el Newton de la legislación.


Pandikaion, Pannomion, Panopticon: Jeremy Bentham, jurista inglés, ilustrado "francés", inventor de palabras



Jeremy Bentham nació en Inglaterra (1748), pero su pensamiento se inserta de lleno en la corriente de la Ilustración francesa. También experimentó la influencia del pensador italiano Beccaria: en sus ideas sobre la soberanía de la ley y la subordinación del juez ante ella o en el famoso postulado del utilitarismo (la mayor felicidad del mayor número).
Toda la obra de Bentham parece guiada por la convicción de que es posible establecer leyes racionales válidas para todos los hombres. Sin embargo, no es un pensador iusnaturalista. No es iusnaturalista porque no fundamenta sus juicios de valor o su concepto de justicia sobre una hipotética naturaleza común del hombre, sino sobre el hecho empíricamente verificable de que todo hombre persigue su utilidad. Por lo que toca a la ley y su afinidad con la codificación, busca la claridad y la brevedad.
Los proyectos de codificación de Bentham nacen de su crítica radical al sistema de common law, es decir, a la producción judicial del Derecho. Al mismo tiempo criticaba la Declaración de derechos del hombre y del ciudadano, por su inspiración en el oscuro derecho natural racionalista. De su afinidad con los proyectos ilustrados, incluida la codificación, una buena prueba es que en agosto de 1792, la Asamblea Legislativa concedió la ciudadanía francesa a algunos intelectuales ingleses simpatizantes de la Revolución, entre los cuales estaba Bentham (acogió tal honor con indiferencia, ya que en aquel momento su entusiasmo por el movimiento revolucionario se había apagado).
En 1791, Bentham, escribió para sus amigos de la Asamblea Nacional un Ensayo de táctica política, con el fin de comunicar a los franceses los resultados de la experiencia inglesa en materia de política constitucional. También en 1791 envía a la Asamblea francesa un proyecto de prisión moderna con posibilidad de vigilar simultáneamente a todos los detenidos desde un lugar estratégico.
Puesto que tenía no sólo la manía de las invenciones de carácter social, sino también la de acuñar nuevos términos, este proyecto fue bautizado como Panopticon.



Racionalización del espacio en nombre del control y de la reducción de gasto: El concepto de este diseño permite a un vigilante observar a todos los prisioneros sin que éstos puedan saber si están siendo observados.

martes, 19 de abril de 2011

The Meaning of Obscenity: Lenny Bruce y el derecho a la libertad de expresión

"Fuck you." Never understood that insult, because fucking someone is actually really pleasant. If we're trying to be mean, we should say "unfuck you!"
Lenny Bruce

Recogemos en esta entrada del blog (nos hacía bastante ilusión) a Lenny Bruce. 
Viene perfecto para “la norma y la imagen”: un cómico americano, indultado aún hace poco por el gobernador de Nueva York, aunque muriera en 1966 como solía hacerse por entonces (sobredosis de heroina), una imagen aún vigente de la curiosa relación que el derecho mantiene con la prima rica de la moral (la moral social o convencional).
Lenny Bruce 1925-1966
Encarcelado tantas veces por obscenidad y escándalo público, tábano de la hipocresía puritana y la moral religiosa y conservadora que hubo de preceder a los tea parties…

Se le acusa de decir "cocksucker"

El caso (los casos) “Lenny” ilustran el penúltimo episodio de la peculiar historia de lo que conocemos como conflicto entre derechos e intereses: en este caso la libertad de expresión y la moral pública propia de la mentalidad puritana.
Bruce (su biopic lo podemos ver gastándonos sólo 7 euros en “Lenny”, la película de Bob Fosse de 1974) fue pionero del "stand up comedy" y de los monólogos inteligentes y provocativos del tipo que se hacían en Burlesque.

Fue blanco de las iras y los raptos histérico-religiosos del  puritanismo conservador americano (con particular inquina del Fiscal del Distrito de Manhattan y el Arzobispo católico de Nueva York) precisamente porque en sus monólogos acostumbraba, con cierto regocijo, a “provocar”. Pero Lenny provocaba simplemente nombrando las cosas por su nombre (“¿hay algún negro aquí está noche?”) tocando con palabras naturales y acertadas los tabúes de la época, el sexo, el racismo, la política…
Lenny a veces se veía obligado a explicarse a su pesar: si nos acostumbrámos a hablar con naturalidad y sin hipocresía de las cosas la sociedad es más sana y se respira mejor.

Entre otras, en 1961 Lenny fue arrestado por obscenidad en el Jazz Workshop de San Francisco: el jurado le absolvió pero sus actuaciones empezaron a ser supervisadas (la policía vigilaba sus textos y no quitaba ojo del escenario) resultando de ello diversos arrestos por obscenidad. Debido a esta vigilancia, también fue arrestado (ya que estaban por allí) por posesión de drogas en San francisco y en Los Angeles también por obscenity
En abril de 1964 actuó dos veces en el Cafe Au Go Go en Greenwich Village, con policías de paisano entre el público. En ambas ocasiones fue arrestado tras dejar el escenario, siempre acusado de obscenidad. Bruce y el propietario de Howard Solomon fueron encontrados culpables de obscenidad el 4 de noviembre de 1964 a pesar de los testimonios del apoyo de Woddy Allen, Bob Dylan, Jules Feiffer, Allen Ginsberg, Norman Mailer...

El 21 de diciembre de ese año fue sentenciado a cuatro meses de trabajo en un correccional. Recibió la libertad provisional durante el proceso de apelación y murió de sobredosis antes de que éste finalizara.
De “Lenny”, en la peli de Fosse, hace de forma impresionante Dustin Hoffman, Valerie Perrine de Honey, la streaper con quien se casó. Rodada en blanco y negro, recuerdo los focos, los planos desde el público, las risas, los buuus, el humo de los cigarrillos, la fotografía de Bruce Surtees, la seriedad de “la justicia”, los policías vigilando el show del cómico disimulando de vez en cuando o aguantando (esperemoslo, porque de ello depende la salud mental del mundo entero) una risita entre los dientes

Lenny Bruce: The Meaning of Obscenity



viernes, 15 de abril de 2011

Thibaut y Savigny: La polémica de la codificación en Alemania y los cuentos de los hermanos Grimm




Los hermanos Grimm, Jacob Grimm (1785-1863) y Wilhelm Grimm (1786-1859) de Hanau, Hesse (Alemania) fueron famosos por su recopilación de cuentos populares (mal llamados infantiles) pero además fueron profesores universitarios y juristas.

Los hermanos nacieron en la localidad de Hanau, estado de Hesse-Kassel, actual Alemania, aunque vivieron casi toda su infancia en la cercana Steinau an der Strasse. La muerte de su padre en 1796 empobreció a la familia y afectó a los hermanos durante años. Estudiaron en la Universidad de Marburgo, donde comenzaron su tarea vital de investigar la historia antigua de la literatura y el idioma alemán, incluidos los cuentos populares. El auge del Romanticismo durante el siglo XVIII había revivido el interés por la tradición de los cuentos orales, que en opinión de los Grimm y sus colegas representaban una forma pura de la cultura y la literatura nacionales. Los hermanos establecieron una metodología para coleccionar y registrar por escrito historias populares que se convirtió en la base de los estudios del folclore. Entre la primera edición de 1812-1815 y la séptima y última de 1857, los Grimm revisaron su colección numerosas veces y la aumentaron de 157 a más de 200 cuentos. Además de recopilar y publicar estos cuentos, los hermanos reunieron leyendas alemanas. Individualmente, publicaron una gran cantidad de estudios lingüísticos y literarios, mientras que en colaboración comenzaron a trabajar en un ambicioso diccionario histórico alemán, el Deutsches Wörterbuch, que dejaron incompleto a su muerte. Por ello, están considerados entre los fundadores de la filología alemana.​ La ley de Grimm (1822), sobre un fenómeno de la evolución de las lenguas germánicas, recibe su nombre de Jacob Grimm.



Entre otros lugares, en el libro de Claudio Magris (Trieste, 1939) Literatura y Derecho ante la Ley, Sexto Piso, Madrid, 2008, se recoge la forma en que el trasfondo de la polémica entre Thibaut y Savigny atraviesa la obra de los Grimm y su obsesión normativa. Magris recurre a Antígona para hacer un recorrido histórico-filosófico del iusnaturalismo, corriente de pensamiento jurídico que ha cautivado más a la literatura que cualquier otra aunque tampoco han estado ausentes: por ejemplo el formalismo jurídico en los argumentos de Porcia al interpretar a la letra de la ley el contrato entre Antonio y Shylock en El Mercader de Venecia de Shakespeare; o los cuentos de los hermanos Grimm, juristas de formación, que buscaban por medio de sus fábulas salvar el gran patrimonio del “buen y antiguo derecho”, el de las costumbres, el de las tradiciones y usos locales que defendía la Escuela Histórica del Derecho fundada Karl von Savigny, de quien los Grimm fueron alumnos. 




A propósito del libro de Magris (un regalo del profesor Germán Orón): señala el autor cómo las ideas jurídicas más generales tienden a disolverse en un laberinto de formalismos crípticos y normas específicas fugaces pero también hay, al decir de Magris, una "eclosión" jurídica, la cual  crea nuevas materias y estructuras para la literatura. En todo caso, en lo que más nos interesa aquí, en esa suerte de catálogo popular de la futura Alemania, hay tantas brujas y hechizos como normas (hay, por cierto, mucha violencia, mucha brutalidad en esos cuentos). 

Jacob Grimm, con una posición sobre el derecho afín a la teoría de Savigny, hubo de defender que la lengua emana del “espíritu popular” (Volksgeist) y por tanto el derecho (las normas jurídicas) también debía hacerlo. Para Jacob era necesario distinguir entre "ciencias exactas", y "ciencias inexactas y definir estas últimas como las ciencias "de lo humano en el idioma, la literatura, el derecho y la historia" (un antecedente de las "ciencias del hombre y de la sociedad" de Dilthey). Los Grimm eran contrarios, pues a la codificación del tipo napoleónico propugnado por Thibaut. 


Contrario a un código civil unitario y generalizador que observara a todos los ciudadanos iguales ante la ley y barriera de un plumazo (de un acto del legislador) los privilegios feudales, Jacob Grimm escribe “Las antigüedades jurídicas alemanas”, recogiendo del folklore popular y de la literatura local innumerables aspectos y tradiciones jurídicas.

Se trata, pues de una romántica alianza entre poesía y derecho (consuetudinario y no codificado).

Con su cuentos y fábulas (llenas, pues, de normatividad) pretendían los Grimm salvar el «buen y viejo derecho», es decir, las costumbres, tradiciones y usos del pueblo en su coralidad; patrimonio que, a través de los siglos, había sido conservado, asimismo, por la literatura popular con todo su imaginario colectivo (y por tanto, con un sin fin de imágenes), que es también parte de nuestro imaginario personal. 


Buenas razones, entonces, para recogerlo en este blog.

 

sábado, 9 de abril de 2011

Antes de que el diablo sepa que hoy ha muerto Sidney Lumet


Hoy ha muerto Sidney Lumet, uno de nuestros directores preferidos.

Lo ha hecho después de dejarnos una última obra maestra Antes de que el diablo sepas que has muerto ("Before the Devil knows you're dead", Lumet, 2008), una suerte de "guinda del pastel" de una producción cinematográfica muy vinculada a lo que en este blog llamamos "la norma" (el derecho, la justicia, las leyes, la moral, rules, laws, etc.)

Un "pastel", el de Lumet, que en lo que al cine se refiere, es un legado de películas llenas de fuerza, inteligencia y lucidez, pero también de sensibilidad y de valores que han de ver con la justicia.

Franc Serpico: no le gustaban los chanchullos de sus compañeros policías

¿Qué valores? La valentía, la honradez... ¿Que de qué estamos hablando? Pues, de personas (a Platón nunca le hemos entendido muy bien...). Por ejemplo, el de la foto de arriba es Francesco Vincent Serpico, el de verdad (el de un poco más arriba era Al Pacino interpretando a Serpico en la película del mismo título). Ejemplo de honradez (no le gustaba abusar de su puesto ni de su placa, como suele decirse) en 1971 se convirtió en el primer policía que (con sentido de la justicia y también con valentía) se enfrentó a sus compañeros corruptos del departamento de policía de Nueva York, llegando a declarar como testigo en el juicio, todo ello tras una pesadilla de bajezas, insultos y amenazas de muerte.


Newman esta cansado de que ganen siempre los mismos ¡quiere ganar su caso, de paso que el hospital pague por su mala praxis, pero sobre todo sentirse abogado!

Otro ejemplo: Paul Newman como Frank Galvin un maduro abogado con una mala racha demasiado larga. La fenomenal película (una de las mejores de Newman y de Lumet) se tituló en España "Veredicto final" (The Veredict, Lumet, 1982) y contó con un gran reparto (James Mason, Charlotte Ramplig...) y un efectivo guión de David Mamet.
Newman se enfrentaba en esa peli, con tesón, inteligencia  y cara de gustarle muy poco que los ricos abusen de los pobres, a un caso de mala praxis médica. A Galvin (Newman) le ofrecen, claro, arreglos económicos para no ir a juicio pero él quiere lo mejor para su cliente y de paso rehabilitarse y enderezar su carrera.
¿Qué creen que hara?


La última fotografía es de la película "12 Angry Men" de 1957, aqui traducida como "12 hombre sin piedad". Una muestra más que notable del llamado "cine de juicios". La traducción en nuestro país, por una vez, no era descabellada: las personas sin piedad suelen estar enfadadas.

Aquí no estamos enfadados, estamos muy tristes porque se ha muerto Lumet.

martes, 5 de abril de 2011

Cuando el demonio llama a tu puerta: "I think of demons" y en el arte bruto

 Roky Erikson "I think of demons" de The Evil One. ¿Qué hacer cuando el demonio llama a tu puerta? ¿Abrirle? (Respuesta apresurada). A la vista de algunos frutos de una educación más esmerada (la de Erikson, la de Wilson), mejor devolverle la visita.


En lo que sigue aspiran a ser compartidas unas breves, quizás confusas, seguramente prescindibles y en todo caso traídas por los pelos, reflexiones tras escuchar por enésima vez el mismo tema de Roky Erikson y acabar de guardar en el cajón (donde guardo el corazón) unos apuntes que en su día tome de una rápida y muy personal visita a una exposición de arte bruto en la Universidad de La Nau.

Primero una leyenda: al parecer Lennon y McCartney apenas pudieron articular palabra tras escuchar Good Vibrations la composición del líder de los Beach boys, un músico que debía sentirse tan extraño con una tabla de surf en el sobaco como los Beatles figurando en un diccionario de las bellas artes. Brian Wilson fue el autor de un álbum exquisito, arrebatador, barroco, complejo y poco silvable. Una joya rock llena de sinfonías únicas, vitales y orquestadas, unas sinfonías en realidad y pese a la portada del long play muy poco adolescentes, unas sinfonías que miraban más a Dios y al demonio que a la altura de las olas de California.

Dicen que Wilson rezaba antes de cada toma, que le daba miedo la altura de su creación, que su reclusión mental posterior debió mucho a los psicotrópicos, al miedo a sus demonios personales, pero también mucho a los medicamentos prescritos por su médico para contrarrestar tales efectos. Le imagino mirando la partitura y de reojo a la puerta donde golpeaban (knocking) sus demonios personales. Cuando salía a la calle lo hacía bajo estricta vigilancia médica, al punto que incluso con la crítica unánimemente arrodillada frente a él, su psiquiatra continuaba asistiendo de pie a todos los conciertos.

Creí verle (a Brian) un verano en Ibiza con un cuba-libre en la mano, lanzando dudosos reflejos ambarinos en los muros añiles de la isla, antes de un innecesario concierto al que no asistí por, como decían nuestros justificantes de pequeños, “encontrarme enfermo”.

“Bendita locura” (Milenio, Lérida, 2001) es el libro que José Ángel González Balsa dedicó no hace mucho a los Beach Boys  y a su abúlico, atormentado y mítico líder, el autor de la mejor canción de pop de la historia (Good vibrations): Brian Wilson.  González Balsa refiere mucho mejor que yo las historias de Wilson.

Por mi parte, creo que el hecho de que la asociación genialidad-locura sea un topicazo convenientemente explotado por más de un farsante postmoderno y post vanguardias y muchos biopics americanos, no debe impedirnos suscribir una observación más modesta: desde el punto de vista creativo y en determinadas manifestaciones artísticas parece que no haya importantes diferencias entre personas “sanas” y “enfermas”, estén convenientemente diagnosticadas o no.

En mis notas leo: “Pinacoteca psiquiàtrica a Espanya, 1917-1990.” Aportaciones privadas, irregulares en su interés pero en conjunto sugerentes, venidas desde colecciones galenas que mostraban la mirada del paciente a su locura y por ende a sus demonios en pinturas y producciones plásticas trazadas a la búsqueda de signos patológicos. ¿Arte? o Arte sin interrogante (y mejor siempre sin mayúscula) pero también sin patrón, ni escuela o academia. Producciones, al decir de su comisaria, Ana Hernández, que no son reflejo de procesos psicopatológicos sino representaciones artísticas capaces de conmover por la originalidad de sus formas y sus contenidos. Representaciones, algunas de ellas, donde en ausencia del canon académico acude al demonio para inspirar y acaso certificar el privilegiado lugar que la expresión estética y la sensibilidad ocupan hasta en las existencias más desquiciadas, aquellas que sin sonrojo llamamos “inadaptadas”.

“Pinacoteca psiquiátrica en España” acoge la herencia que dejara la modernidad y el entusiasmo de algunos médicos alienistas amantes del arte. Gonzalo R. Labora, Emil Mira i López, Joan Obiols y otros, así como obras publicitadas desde el antiguo hospital de Bétera. La exposición recorría diferentes temáticas, así como disímiles senderos que presentan obras angélicas y endemoniadas entre lo genuino y lo primitivo. Geometrías que intentan explicar mundos ajenos. Ángeles, demonios y melancolía como metáfora de pasiones.
Cabezas, la de Brian Wilson también por cierto, como alegorías de una locura contenedora de un extraño, quizás endemoniado, quizás angélico, mundo simbólico y enigmático.

Un mundo en todo caso muy sensible.

Para acabar he de justificar el título de esta entrada un tanto tangencial en mi blog: I think of demons, es el título del eléctrico tema de rock del cantante Roky Ericsson, antiguo líder del mítico ascensor del piso trece (Thirteen Floor Elevators).

Discutía con un compañero hace poco sobre si se puede educar el gusto por el rock: Yo que me he educado (demasiadas veces a decir de mis vecinos) en los sombríos matices de la enérgica voz de ese adicto al remordimiento y al psiquiatra: Mr. Roky Erikson, creo que sí. Sostengo modestamente que las virtudes de esa expresión estética o artística que es el rock son precisamente su absoluta falta de pretensión en dicho punto, su energía reacia a las etiquetas (y a los catálogos), su ligereza jovial, e incluso la consecuente brevedad de unos temas perfectamente (in) olvidables. También la de aquellos que falsean perfectamente esta afirmación. Las guitarras son en este punto irrebatibles.

¿Qué hacer cuando el demonio llama a tu puerta? ¿Abrirle? (Respuesta apresurada). A la vista de algunos frutos de una educación más esmerada (la de Erikson, la de Wilson), mejor devolverle la visita.

lunes, 4 de abril de 2011

"L´enfant sauvage", François Truffaut, 1960


Jean Pierre Cargol como Victor en el film "El pequeño salvaje", François Truffaut (1960). El caso de los "niños-lobo" supuso poder responder de forma empírica a cuestiones "filosóficas" como  ¿Son innatas o adquiridas las cualidades, el comportamiento y las ideas que definen a los seres humanos? ¿Cuál es el efecto del contacto social durante los años de formación, y se puede superar su carencia? Jean Itard, quien se ocupó del "pequeño salvaje" fue ante todo, un pedagogo. Victor no aprendió a hablar pero demostró afecto ¡especialmente hacia el ama de casa de Itard, la señora Guérin!


Conversación casual escuchada en una terracita del Mercado de Colón:

-Mama qué le pasa a ese señor (el niño señala a un mendigo que se golpea la sién).
-Nada contesta la madre (apurando un Martini) eso le pasa a los que no obedecen...

Dejando a una lado el exceso ejemplarizante, y en general, toda la cuestión pedagógica, no pude dejar de observar el matiz estremecedoramente cierto y el fino diagnóstico de la madre acerca del funcionamineto social y en particular del desvío meritocratizante de nuestro actual Estado social de derecho y su corolario: nuestro peculiar bienestarismo social; se me ocurrió, al hilo de la brutalidad moral de esta señora, otra excusa para volver a la primera entrada de este blog (la de "Jeder für sich...") y de paso colgar una foto de la hermosa película de Truffaut:

Víctor del Aveirón, Gaspar Hauser, el niño oso de Lituania... la extraordinaria prosa de Jean Itard se torna obsoleta. No fueron propiamente niños lobo o niños selváticos, al menos no de forma tan acabada como la que procura la, así denominada, "familia tradicional"... transmisora del actual, pero muy hobbesiano, proceso de socialización basado en la lucha, el éxito y la competencia, depositado hoy natural y civilmente en un hombre lobo, una mujer pantera, y un colegio de pago con clases en inglés.

sábado, 2 de abril de 2011

La norma y la imagen (II) A propósito de Incendies: La Cartelera Turia un referente solitario


La "Cartelera Turia" es posiblemente la publicación más recomendable de una tierra (la valenciana) que si por algo está justamente situada en el mapa, como desde hace algún tiempo gusta decir a sus dirigentes, es no tanto por la Fórmula 1 (menuda horterada) o por la visita de Benedicto XVI (menudo delirio), o por la legión de símbolos arquitéctonicos de nuestro peculiar sky line (mejor kitch line) como (lo creemos sinceramente) por un cierto desdén normativo por parte de la clase política en el poder y una cierta imagen de desidia y desafección política en sus ciudadanos.

También debería estar en el mapa (nuestra tierra) merecidamente, por el generalizado ninguneo de sus gentes más acomodadas (aquellas cuyo proyecto estético consiste, tanto en lo personal como en lo colectivo, en la imitación acrítica del estilo añejo del barrio madrileño de Salamanca) a toda manifestación artística o cultural que no provenga de artistas no consagrados (léase "no famosos"). Valencia es una ciudad cada vez más inasequible físicamente y casi estaríamos tentados a decir que no resulta muy agradable pasear por sus calles (el acceso a la cultura en forma de disfrute de la arquitectura, es en Valencia, privilegio de una docena de personas), mientras que resulta excesivamente asequible en términos de según que ofertas culturales. A este respecto, y en esa Cartelera Turia de la que, en general, lo recomendamos todo, recomendamos sobre todo la lúcida sección de Tonino (nos parece un tipo genial). Esta semana titulada "El tiempo es oro" (1).

Por esas, entre otras muchas razones, hemos incluido su web (la de "la Turia") como enlace en nuestro blog en una de las pestañas de la izquierda, bajo el rótulo "La norma y la imagen: Enlaces recomendados".

No obstante, la presencia de "la Turia" en la sección de este blog "La norma y la imagen", se debe hoy a la extensa crítica que hacen del film "Incendies" (Denis Villenueve, Cánada, 2010) y la forma (tan dura como magistral) en que al hilo de una tragedia (personal, familiar, individual ) esta producción canadiense coloca como telón de fondo la idea del horror descontextualizado, acaso el Líbano, y de la guerra, ese generoso compañero (ahí está siempre, para lo que quieras) de otra tragedia (aqui la nuestra, la humana, la colectiva) sobre la que nunca está de más reflexionar.

Lo dice mejor una de sus más recientes incorporaciones: Eva Peydró:

"La obra teatral de Wajdi Mouawad, inspirada libremente en la historia de la joven Suha Becharra, proporciona el argumento a Incendies, pero en la pantalla alcanza la categoría de lo perenne de la mano de Denis Villeneuve. Las historias de familia, los lazos inconfesos o ignorados y los avatares de la guerra son materia mítica que el director canadiense respeta al tratarla desde el profundo reconocimiento de su universalidad. La descontextualización de tramas, tiempos y lugares (aunque los detalles puedan evocar en el espectador Líbano y sus conflictos religiosos) son la baza principal para que el vuelo épico de Incendies deje allá abajo las guerras con nombre o los sorprendentes giros argumentales.
Los hijos de la protagonista del film, gemelos huérfanos, reciben como herencia un viaje al horror desde Canadá hasta la patria materna, donde les espera una sucesión de acontecimientos capaces de crear una intriga en toda regla, una siniestra ascensión hacia donde el terror no tiene límites. Allí aprenderán que las consecuencias de los crímenes son universales e intemporales, que su propia road movie es más bien un calvario, el precio doloroso del conocimiento. Los ecos de las tierras polvorientas resuenan a tragedia griega, a mitos, incluso a Shakespeare, beneficiándose con todo derecho del engrandecimiento de la generalización. Villeneuve se sirve de los recursos dramáticos con una estilización capaz de crear imágenes que se alojan en la retina durante mucho tiempo, como es la secuencia de obertura, ralentizada, pautada a los acordes de You and Whose Army? de Radiohead y será esa misma capacidad para sintetizar la que nos evita una pornografía de la violencia recurriendo a elegantes elipsis que no merman un ápice el espanto de la atrocidad, en una película en la que no sobra nada.
La asfixiante, y al mismo tiempo, seductora intriga consigue que, gracias a un ritmo que ayuda a procesar tanta emoción y odisea, el espectador se halle inmerso en una atmósfera que es la que distingue una tragedia griega de un culebrón venezolano: el enfrentamiento inevitable con la adversidad, la destrucción, la exigencia del sacrificio del héroe que solo cuenta con la fuerza de la virtud. La actriz belga Lubua Azabal, que hemos visto dirigida por Techiné (Lejos, 2001) o Ridley Scott (Red de mentiras, 2008) interpreta a Nawal Marwan (“la mujer que canta”), con una sobriedad y dignidad que provoca nuestra empatía y también el respeto hacia su personaje.
No es esta una película sobre secretos de familia ni guerras en el Próximo Oriente, es una historia de héroes de tragedia, que asumen la fatalidad y saben que no se cierra el círculo del horror sin abrir antes la puerta al perdón".
Eva Peydró


(1) La emocionante sección de Tonino se llama "Qué fetén" y nos referimos a la titulada "El tiempo es oro": Cartelera Turia Nº 2.461-1/7 abril de 1011, p. 13.

(2) La crítica de Peydró no está en el número de cartelera Turia que nos sirve de imagen a esta entrada, lo hemos cogido (la portada) porque nos gustan los hermanos Marx. 

La crítica de Peydró (coincidimos casi siempre con ella. y además escribe muy bien) está en el número 2.459 18/24 de marzo de 2011 (por cierto, la portada estaba dedicada al cine de otro trasfondo de conflicto: 2ª Mostra de Cinema Palestí).

viernes, 1 de abril de 2011

PLEs: Una red de posibilidades / PLEs: A network of possibilities

PLEs: Una red de posibilidades

by GONZÁLEZ ORTIZ, Diego, BIEL PORTERO, Israel, GARCÍA CÍVICO, Jesús


RESUMEN:
En la concepción de la docencia propia del Espacio Europeo de Enseñanza Superior y en las enseñanzas jurídicas en particular, la exploración de fórmulas atractivas de aplicación de nuevas tecnologías constituye un interesante desafío pedagógico. No obstante creemos que lo interesante de este desafío no es la sustitución de los viejos soportes de un modelo ya conocido, por otros más novedosos (las nuevas tecnologías) sino que lo realmente estimulante es pensar a través de nuevas herramientas una manera distinta de entender el propio fenómeno del aprendizaje.
En esta ponencia se ponen de relieve las posibilidades docentes de la utilización de aplicativos propios de lo que se está viniendo a llamar “Entorno Personal de Aprendizaje”, traducción de la expresión en inglés Personal Learning Environment (PLE) como forma de reivindicar los aspectos sociales del aprendizaje
Entendido de forma amplia, el PLE se presenta como conjunto de herramientas, fuentes de información, conexiones y actividades que cada persona utiliza de forma asidua para aprender. Apunta a la dimensión social del aprendizaje, pero también al refuerzo de actividades y la apertura a nuevas metodologías, servicios y aplicaciones web, comunidades y redes sociales, recursos y contenidos multimedia, blogs o wikis. En este concepto hospitalario es posible ver, de un lado, la concreción de una línea más general de la aplicación de las TIC a la enseñanza superior como medio de mejorar la formación de los estudiantes universitarios en lo que toca a aspectos comunitarios, sociales, y relacionales. De otro lado, la aplicación de dispositivos y herramientas PLE se presenta como una metodología de enseñanza-aprendizaje colaborativo que permite elevar el dinamismo de los contenidos pero sobre todo de la relación con las fuentes en sentido amplio. Otra oportunidad de reflexionar sobre el mismo proceso de aprendizaje.

Key words: PLE, Derecho, Web 2.0, e-learning, comunidades y redes sociales, dimensión social del aprendizaje, innovación educativa, TIC

The Norm & Image: Teaching Philosophy of Law trough Films, Art, Photo & Images

The Norm & Image
by PhD. Jesús García Cívico
Universitat Jaume I (Spain)
Public Law Department
Philosophy of Law Area

The purpose of our poster presentation is twofold: First, we seek to examine some pedagogical trends for teaching subjects in philosophy of law area in wich the main methodology has to do with open, oral discussion regarding political, moral or ethics issues.
Theory of Justice - Political Theory, Philosophy of Law, are both fields where the employ of a combination of case-based and theory based materials is usually related to concrete and actual legal practice. Discussions of particular images that illustrate legal, political or ethical issues seems also a valid way to provoke further debate amongst the students and established scholars alike. Some kind of photos, documentals, sculptures, buildings images as well as films allow students to apply the readings and theory seen before or during the classes in a wide debate. However, even if this last methodology it is not so recent, it is seems still necessary thinking about the best way to using films and debates in ways that are pedagogically useful. 
So, this the second purpose of our poster presentation, in this we seek to examine some questions: what is gained (and/or lost) from showing images in philosophy of law and or political, moral philosophy classes, how to improve the curiosity of the students about the law and the justice relationship in society without sacrificing philosophical and or legal content and later, how to evaluate  after using pedagogical techniques (debates, images, art, architectural, film discussions, etc.) for teaching ethics or law philosophy through images. We will argue that the best way to get the purposes is focusing in how the students can learn and in this meaning a good way is getting firstly a natural critic learning environment.  We will give reasons about why it could be better think that theory, lessons plans and lecture notes mattter less that an acurate comprehension of the subjet and value human learning. The main question would be how to engage and challenge students, as a first part of the pedagogical techniques for teaching law philosophy, how to provoke impassioned responses regarding law and justice as a way to discover new ideas and the depth of the students own potential.